Sin saber por qué...

05 julio 2005

Historias del tren

Esta tarde, después de leer el post de Mico que me ha hecho recordar las decepciones que a veces da la gente, me he llevado una grata sorpresa.

He cogido el tren, como hago tantas veces al dia. No había sitio para sentarse, así que unos cuantos nos hemos quedado de pie.

A medio trayecto, se subió un chico joven con un niño de dos años en brazos y otro de tres de la mano. También se quedó de pie.

Inmediatamente, una señora muy, muy mayor, y muy, muy señora, se levantó y le dijo que se sentara en su sitio. El chico le dio las gracias, y le dijo que no hacía falta, que se volviera a sentar. Ella le volvió a insistir, diciendo que se bajaba en la siguiente parada. El chico le sonrió, le dio las gracias, y le dijo que ellos también se bajaban en la siguiente.

Me pareció una escena preciosa. Esa señora, tan señora y tan mayor, había dejado su cómodo asiento para que lo ocupara un chico que, para ella, en esos momentos parecía necesitarlo más. Una señora que seguramente más de una vez ha viajado de pie porque nadie le ha cedido su asiento. La típica señora que cuando entra en el tren, todo el mundo mira al suelo para no “verla” y así no tener que dejarle su sitio. La persona con más clase de todo el tren. De lejos.

Lo atípico de la escena me dejó encantada. Pero es que además de joven, el chico era negro. Detalle que no tendría la más mínima importancia si no fuera porque cosas como esta, en nuestro mundo, aún son importantes. Para esta señora no lo era. Él necesitaba el asiento más que ella. Sin más.

Eso me hizo pensar en que, de todas las personas que iban sentadas en aquel vagón, de la que menos cabía esperar ese gesto era de ella. Y sin embargo, fue la única capaz de levantarse y dejar su asiento para aquel chico. Cuantas veces esperamos cosas de gente, que en lugar de moverse se quedan sentados en su asiento, apartando la vista. Y cuantas veces (pero que bonitas), de quién menos esperamos es de la que más recibimos.

Esa mujer esta tarde me regaló un momento precioso. Y yo no me lo esperaba. Que suerte.

2 Lo que otros dicen:

At 10:56 p. m., Blogger Wishcure said...

Cierto es...si la mayoría de personas hicieran gestos de estos diariamente, otro gallo nos cantaría.

Es bonito que aprecies estos pequeños momentos que nos brinda el día...a veces pienso que nadie se da cuenta de estas pequeñas cosas, y a mi me producen, por lo menos, una sonrisa, que no es poco...

Bona nit!!! abrazos...zzz

 
At 5:05 p. m., Blogger Minna81 said...

espero que hayais podido disfrutar de ese momento tanto como yo...

que grandes son las cosas pequeñas...

 

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