La historia más bella

Hoy me he acordado de alguien de quién hacía mucho que no me acordaba...

No me he conformado con recordarle, sino que he empezado a tirar del hilo, y como cientos de deliciosas cerezas, han ido saliendo, enganchados unos de otros, cantidad de hermosos recuerdos que tenía casi olvidados... y que forman la historia más bella que he vivido en mi vida.

Yo tenía 16 años, y como hace mucha gente a esa edad, me fui a un pais extranjero a estudiar idiomas durante un més. Allí le conocí a él.

Tenía los ojos hechos de agua y de risa... Empezamos una hermosa historia que, como todas las mias, nació con fecha de caducidad. Nuestro primer beso fue casi un accidente, y junto a él pasé el mes que, mirando atrás, recuerdo con mayor ternura. Un "te quiero" de su boca era lo más dulce del mundo...

Aquel mes terminó, y fue tan doloroso como dulce había sido aquello. Nunca había querido tanto a nadie en el mundo como le quise a él. Aún no he vuelto a hacerlo.

La vuelta eran 13 horas de interminable autobús. Las pasé abrazada a él, llorando. Sabía que, cuando llegara a mi destino, aquello habría terminado. El no lloró delante de mi, incluso hacía tonterías para intentar que yo no llorara. Después me contaron que, cuando nos separamos (yo me bajaba del autobús, pero a él aun le quedaban 4 horas) se sentó solo y fue todo el camino llorando.

No tuve valor para iniciar una relación a distancia, así que decidí que lo mejor sería dejarlo todo como estaba. Seguramente fue lo mejor, pero entonces fue una decisión muy dura.

Una vez en nuestras casas, 300km nos separaban. Ahora que ya soy mayorcita, gano mi dinerillo y tengo mi independencia, 300km no me parecen demasiados. Pero cuando tienes 16 años, vives con tus padres y "ganas" 5.000 pta al mes, parece que sea el otro lado del mundo. No tuve valor para alargar algo que parecía inevitable: el final de la historia más bella.

Estuve mucho tiempo mortificándome con cómo hubieran sido las cosas si en su momento hubiera sido más valiente, y me hubiera arriesgado. Por aquel entonces me sentía muy adulta, pero ahora sé que solo era una niña que jugaba a ser mayor. Para afrontar una relación a distancia hay que ser muy maduro, y ninguno de los dos lo éramos.Así que ahora tengo el convencimiento de que hice lo correcto.

Sin embargo, también sé que nunca he querido a nadie como le quise a él. Y nunca nadie me ha querido como él lo hizo. Después de él, nadie ha vuelto a decirme que me quería. Yo tampoco se lo he dicho a nadie. Hace mucho tiempo que no sé nada de él. Me pregunto qué será de su vida...

Esta es la historia más bella, y hacía mucho tiempo que no la recordaba. Ahora, siento como sus manos acarician mi nuca, veo sus ojos sonriéndome, recuerdo aquel primer beso y se me eriza el alma. He hecho todo el camino de vuelta a casa recordandole, y una estúpida sonrisa me cruzaba la cara. A pesar de que, como todas, no terminó como me hubiera gustado. Pero sí, es la historia más bella. ¿Como recordarla, si no es sonriendo?