Agria

Así me siento hoy. Agria. Después de otro sábado que se va a la mierda en este verano que está siendo como un castigo.

Después de mucho tiempo sin salir, ayer quedé con D. para salir de fiesta. En el ultimo momento, y como ya me ha hecho demasidas veces como para tomarmelo con naturalidad, me dice que no sale porque "se ha apalancado en el sofá". En consecuencia, Minna se queda en casa. Me jode, pero me callo. Me jura y me perjura que saldremos el sábado. Y yo voy y me lo creo.

Llega el sábado. Y no llama. La llamo y no está en casa. La vuelvo a llamar a última hora de la tarde y oh sorpresa! no puede salir. El motivo de hoy es mucho más justificado que el de ayer, pero yo no puedo más y me deshago. Rompo a llorar como una cría. Conversación de una hora con los mocos colgando, intentando hacerle entender que me voy a pasar OTRO finde encerrada en casa porque ella incumple sus promesas. Porque ya es demasiado tarde para llamar a nadie y hacer nuevos planes. Porque llevo sola encerrada demasiado tiempo, y la casa se me cae encima. Me dice que lo siente, que lo entiende, que todo va a cambiar, que todo se va a arreglar. Pero sé que no es verdad. Porque ya hemos tenido esta conversación demasidas veces, y mañana se le olvidará hasta la próxima vez que explote. Porque las cosas no se arreglan cuando la gente no las quiere arreglar. Y porque empiezo a estar cansada de oir siempre la misma historia.

Me jura que quedaremos mañana, y que pasaremos toda la tarde juntas. Intenta consolarme, pero no es por mi, es por ella, para no sentirse culpable. Siento que le doy pena, y eso me repatea. Yo le digo que para mañana tengo otros planes. No es verdad, pero no estoy dispuesta a volver a quedar con ella y que media hora antes me diga otra vez que no puede quedar. Tres plantones en un fin de semana son demasiado.

La putada es que en estas fecha, todas mis otras opciones de vida social están de vacaciones. Pero ya me las haré. Me iré a la playa, a algún museo, al cine o a la mierda, pero al menos si estoy sola yo elegiré donde quiero estar. No soporto un día más encerrada en casa.

Como cada día sola. Voy a la playa sola. Voy al cine sola. Voy al teatro sola. Voy a ver exposiciones sola. Paso suficiente tiempo sola. No necesito estar sola también cuando quedo con alguien. Ya es el colmo.

Asi que esta noche me he liado la manta a la cabeza, y con los mocos aun colgando después de la llorera, me he ido al cine, a ver una de risa tonta que como mínimo me ha hecho sonreir, aunque poquito. Pero para rematar la faena, he pasado sin querer por delante de un restaurante al que fui con M. Y se me ha cerrado la boca del estómago. Ya no le echo de menos a ÉL, de hecho ya estoy empezando a olvidar como eran sus ojos, sus manos. Ya no me acuerdo de su olor, y el recuerdo de su voz cada vez es más lejano. Pero echo de menos aquel remanso de paz que era tener sus manos en mi nuca, ese pequeño universo en el que no importaba que pasara fuera.

Mañana me iré a la playa. Y que se pudra el mundo ahi fuera. Solo deseo no seguir agriándome. Me estoy convirtiendo en una persona triste, y yo no soy así. Y no pienso dejarme.