El mundo del taxi...

Es buena costumbre, cuando se sale del trabajo a las 11 de la noche, volver a casa en taxi. No porque no haya trenes, que sí que los hay, sino por el mero hecho de pedir ticket y hacer gasto a la empresa. Es lo menos que puedes hacer...

Hay muchas tipologías de taxistas: el simpático, el gruñon, el mudo, el sordo, el desorientado, el llevotresdiasconeltaxiynomeenterodenadapordios...

Hoy me trajo a casa el taxista conversador...

Es el taxista que rompe el hielo preguntandote cual es la ruta más adecuada:

- Pues mire, yo creo que mejor suba la avenida, y llegando a la rotonda, coja usted la calle y la primera a la derecha.

Para despues decirte:

- Uy, pues tal vez hubiera sido mejor subir por la principal, y así cogiamos la avenida a la altura de aquel pasaje y llegabamos un poco antes, pero bueno, a esta hora da igual porque no hay tráfico.

De ahí la conversación deriva a:

- Pues si coges otra vez taxis en esa esquina, pues ya le dices que suba por la principal, y así llegas primero.

Me acuerdo:

- Perdone, cuando lleguemos necesitaré un ticket.

- Ah si, no te preocupes porque tengo la impresora, que me la compré en el 98 y así los tickets salen automáticos.

Como que hoy estoy más o menos de buen humor, pues yo también me transmuto en la pasajera conversadora, y le doy palique: que si ahora casi todos los taxis llevan impresora, que hace un par de años casi no llevaba ninguno. Esto deriva a como eran antes los tickets, de esos que te escriben a mano en los semaforos y que tienes que decirles al principio que lo necesitas porque si no te chillan. De ahi la conversación deriva a los taxistas que te chillan por pagar con billetes grandes.

Ya estamos llegando, y seguimos de animada conversacion sobre el mundo del taxi y sus circunstancias. Me pregunta sobre mi trabajo, y yo le explico que llevo trabajando desde las 8:30 y que he salido a las 11 y estoy reventada. Conversación sobre las empresas de hoy en día, el ritmo de vida. Y va el tio y me suelta:

- Y ahora qué, llegas a casa, lees los mensajes del messenger y a dormir no??

Me quedo de piedra. ¿Y tú de qué me conoces a mi? Me siento invadida por primera vez en toda la conversación. ¿Cómo ha podido saber que es lo primero que hago cuando llego a casa?

Así que miento:

- No, no, ya he tenido bastante ordenador por hoy. Veré un poquito la tele para desconectar, y a la cama.

Mentira cochina. He llegado a casa, me he puesto a leer los correos pendientes, los blogs, a escribir aqui... es la una y no he encendido la tele.

Pero es mi secreto. ;)